Fragmentos de Carta a Juan Guerrero, 1928. ...Van Gogh me interesa enormemente. ¡Tan cálido, tan claro, tan fino a veces! Renoir es simplemente delicioso. ¡Tan sin preocupación de resolver nada, y qué resuelto todo, sin pena, sin esfuerzo alguno! Cézanne menos inocente, menos “delicioso” pero más intenso, más importante y serio. Manet es un gran pintor, pero recuerda tanto, tanto, a Velázquez y a Goya, que palidece mucho en la comparación inevitable. Braque es un pintor extraordinario, sensible, fresco, (velazqueño, dijo Bores), pero quizá poco atrevido al lado de la enorme valentía de Picasso. Bores es un pintor admirable, lleno de brío y delicadeza. Modigliani es uno de los pocos pintores que representarán este siglo; extraordinariamente elegante, cándido y cariñoso. Matisse jugoso y alegre como nadie. Tiene usted una idea falsa de París, querido amigo. En París no se paga el mejor cuadro, se paga la mejor firma; se vende por tamaños. Aquí los bastidores tienen unas medidas fijas y se venden a tantos francos el número. Tiene esto algo de matemáticas. Cuando “se llega” se paga a un precio; cuando hace un año que se vive en París se paga a otro… En París se vende la pintura por metros; como los solares por construír. Todo el mundo dice que en España se vende muy caro (cuando se vende), pero claro, no se vende nunca. Las señoras francesas que compran cuadros, no puede usted figurarse el gesto de comprar alfombras que tienen. A mí siempre me parece que van a decir: - ¿No tiene ninguno más pequeño? Yo no pensaba gastar tanto. Ramón Gaya. |